jueves, 23 de junio de 2011

La cruda realidad en Brasil será el destino de Colombia.

Por: Catalina Mendoza.


Las reformas a la educación superior, de la misma manera que el resto de reformas dirigidas a la reducción de los derechos, se vienen aplicando en todo el mundo desde la década de los ochenta. En nuestro continente estas reformas se empezaron a aplicar en los noventa, de allí salieron leyes como la 100 en salud, la 30 para educación superior y la 115, general de educación.
Los efectos de estas reformas son bien conocidos por los colombianos quienes agonizan frente a las clínicas o pagan créditos educativos durante buena parte de su vida. A pesar de esto, la burguesía considera que todavía tiene oportunidad de empeorar las condiciones de la población; por eso, encabezada por la casa Santos, ha empezado a aprobar y proponer enmiendas que acaben con los pocos derechos conservados.
La reforma a la Ley 30, que tiene como objeto permitir la creación de instituciones de educación superior, IES, con ánimo de lucro, limitar aún más los recursos para las IES públicas y extender los préstamos educativos; no es más que una copia fiel del sistema de educación superior (SES) de Brasil, país que ha aplicado al pie de la letra las recomendaciones de los organismos internacionales.
Los académicos brasileros José Dias Sobrinho, colaborador de la UNESCO, y Márcia Regina F. De Brito, presentaron en 2008 el panorama de las IES brasileras en el cual se puede ver el futuro de la educación superior colombiana.[1]

Los autores señalan que los cambios que han sufrido los SES en el mundo se caracterizan por el aumento de la cobertura en medio de la limitación de recursos y la exigencia por mantener la calidad; esto es evidente en Colombia, sobre todo en el sector público.
La cobertura ha sido uno de los programas bandera de la UNESCO con el engañozo principio de inclusión.[2] En algunos países de América Latina la cobertura es atendida principalmente por el sector público con pocos recursos (Argentina), o se han creado IES paralelas a las tradicionales (Venezuela); por el contrario, en Brasil las matrículas se hacen mayoritariamente en el sector privado.


Indicador
Argentina
Brasil
Venezuela
Matrícula en Educación Superior
1.831.717
4.676.646
1.247.705
Matrícula en sector privado
580.159
(32%)
3.467.342
(74%)
561.973
(45%)
Matrícula en sector público
1.304.003
(71%)
1.053.263
(22.5%)
537.115
(43%)
Presupuesto en ES (% PIB)
0.80%
1%
2%
Adaptado de: Chiroleu, Adriana. La inclusión de la educación superior como política pública: tres experiencias en América Latina.
Como se aprecia en la tabla, el sector privado en Brasil atiende el 74% de la matrícula y cuenta con 2.141 instituciones de las cuales el 80% son con ánimo de lucro y 20% comunitarias o confesionales[3] . Las con ánimo de lucro están “sometidas a la voluntad y a los intereses de sus propietarios, dejando a los profesores casi ninguna (sic) margen de libertad académica y profesional”, con lo cual se produce una proliferación de entidades de baja calidad con “titulaciones rápidas que faciliten el acceso al mercado laboral”[5] . Tan sólo hay 257 IES públicas, 105 son federales, 92 estaduales y 60 municipales.
Para el 2007, Brasil contaba con 2.398 IES que se dividen en universidades (177), centros universitarios (185) y facultades o colleges (2.036). Las universidades se dedican a la formación y la investigación y son en su mayoría públicas; las demás IES están dirigidas sólo a la formación. El 66% de los docentes doctorados trabajan para las entidades estatales, mientras que las privadas prefieren titulados con maestría.[6]
Los anteriores datos permiten ver cómo se ha creado un sistema estratificado en el cual existen unos pocos centros de enseñanza de calidad a los que acceden una cantidad mínima de personas. Este será el panorama de Colombia en unos cuantos años, pues, como se señala en el artículo 15 de la reforma, se reserva la denominación de universidad a las IES que cumplan con unos puntos, entre ellos la acreditación. Si tenemos en cuenta que hasta el momento sólo 26 IES están acreditadas, de ellas 22 universidades y de estas sólo 7 públicas[7] , se esperaría que en los próximos 5 años —plazo dado en la reforma— las 59[8] universidades restantes alcanzaran los puntos del artículo 15 más los exigidos por el Consejo Nacional de Acreditación. La situación se agravará aún más con el deficiente presupuesto estatal entregado a las universidades públicas lo cual cierra las posibilidades de cumplir con los requisitos: contratación de doctores, grupos de investigación en los primeros niveles de Colciencias, infraestructura adecuada, entre otros. En conclusión, si la reforma es aprobada, en menos de una década el número de universidades será limitado y las futuras generaciones tendrán que resignarse a una limitada formación para el trabajo.
La otra característica del SES brasilero, que ya se ha venido aplicando en Colombia, es la ampliación de la cobertura a través de programas de créditos a los estudiantes; quienes acceden a ellos estudian en IES privadas, en su gran mayoría, y deben pagar tasas de interés anual entre 3,5 y 6,5%[9] . Es importante resaltar que “una cuarta parte de los jóvenes brasileños entre 18 y 24 años son tan pobres que no podrían mantenerse en una institución de educación superior, aunque esta fuera gratuita”[10] . El gobierno brasilero a través del programa Universidad para todos impulsa la matrícula de minorías en IES privadas a cambio de eximirlas de impuestos[11] . Todo esto pasa en el marco del desfinanciamiento de las IES públicas federales, pues en Brasil los aportes gubernamentales se han reducido de 0,91% del PIB, en 1994, a 0,61%, en el 2001[12] . Merma que se ha orquestado con las “duras críticas de sectores gubernamentales y empresariales a la universidad pública, en especial, relativas a la «ineficacia» en los gastos de los recursos, a la baja oferta de cupos, a la rigidez curricular y a la escasa ‘utilidad’ de la educación superior para la economía general y, en especial, para la industria.”[13]
Según el gobierno colombiano, la reforma NO va a privatizar las universidades, pero como se ha visto en el caso brasilero, no se privatizan porque desaparecen o cambian de denominación y objetivos misionales. Lo que sucede es que las pocas IES públicas sobrevivientes, serán sometidas a una privatización interna, que Dias y F. De Brito definen como “los ajustes de oferta de cursos, programas y cupos a las demandas de sectores específicos del mercado, ventas de servicio para empresas comerciales, cobro de aranceles estudiantiles en actividades extra-curriculares, alquiler de espacios públicos, incorporación de la cultura organizativa empresarial, investigación orientada a los intereses de grupos privados etc.”[14]
Ante el panorama presentado la única opción es impedir que la reforma sea aprobada y presionar para que la burguesía colombiana les devuelva a los hijos de los obreros lo mucho que les ha robado a sus padres. El estudiantado colombiano no puede permitir que nuestro SES camine más apresuradamente hacia el modelo brasilero, no puede negociar el futuro de la educación a cambio de mantener las precarias condiciones actuales. Los estudiantes no deben seguir repitiendo la historia de paros en vísperas o después de la sanción de los proyectos porque una vez aprobada la reforma santista se acabarán los espacios para construir la universidad que queremos.
¡PARO NACIONAL ESTUDIANTIL OPORTUNO Y CONSECUENTE!

 Notas:

[1] Dias Sobrinho, José. Y F. De Brito Márcia Regina. La educación superior en Brasil: Principales tendencias y desafíos, en: Avaliaçao, Campinas; Sorocaba, São Paulo, Vol. 13, No. 2, julio de 2008. en: http://www.scielo.br/pdf/aval/v13n2/11.pdf
[2] Chiroleu, Adriana. La inclusión de la educación superior como política pública: tres experiencias en América Latina, en: Revista IBEROAMERICANA de educación, Universidad Nacional de Rosario y CONICET, Argentina, No. 48 febrero de 2009. En: http://www.rieoei.org/deloslectores/2740Chiroleu.pdf
[3] Las cifras son tomadas de Dias y F. De Brito.
[4] Dias y F. De Brito. Op. Cit., p.496.
[5] Ibíd., p.489.
[6] Ibíd.
[7] Datos tomados de: http://www.cna.gov.co/1741/articles-188924_recurso_3.pdf
[8] Dato de 2008 del SNIES: http://snies.mineducacion.gov.co/men/consultas/ContenedorRepConsultas.jsp?nombreCategoria=NUMIES&titulo=Número de Instituciones de Educación Superior
[9] Chiroleu, Op. Cit, p. 8.
[10] Dias y F. De Brito. Op. Cit, p. 494.
[11] Chiroleu, Op. Cit.
[12] Dias y F. De Brito. Op. Cit, p. 500.
[13] Ibíd., p, 492
[14] Ibíd., p. 496.
Fuente: Notas Obreras

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